Según el estado de las olas, pueden sugerir fluidez, nuevas alturas, ondulaciones rítmicas, golpe fuerte, corrientes submarinas.
Simbolizan el aspecto pasivo de la existencia, especialmente el lado emotivo de la misma.
-Soñar que nos dejamos mecer por las olas equivale a dejarnos llevar pasivamente por las circunstancias de la vida.
-Las olas arrebatadas por la tormenta simbolizan la irrupción impetuosa del inconsciente.
-Si andamos sobre las olas como si marchásemos sobre tierra firme es un excelente sueño que manifiesta que nos sentimos capaces de hacer frente a cuantos problemas y obstáculos se opongan a nuestros deseos.
Esto
podría ser un símbolo de las perturbaciones emocionales que puede estar experimentando
o experimentará en un futuro próximo. El agua representa nuestras emociones y,
si ese es el caso, es posible que te encuentres en una situación complicada.
Las grandes masas de agua, como el mar o el océano, suelen considerarse un símbolo de tu subconsciente y de tus emociones.
Simboliza el inconsciente colectivo.
Cuanto el océano presagia y representa en nuestros sueños se refiere a lo que sucede en nuestro interior.
-Si el océano está en calma también lo está nuestra vida. Vida apacible y tranquila.
-Si está agitado también lo está nuestro interior. Complicaciones y problemas.
-Caernos en el océano presagia alguna desgracia de la que seremos nosotros los culpables.
-Si nos dejamos hundir es que nos resignamos ante lo que consideramos inevitable.
-Si intentamos salir a la superficie y mantenernos en ella refleja nuestro deseo de luchar con todas nuestras fuerzas.
-Navegar por un océano encrespado significa que nos estamos dejando llevar por un asunto peligroso a pesar de que sabemos del peligro que corremos.
Puede representar un mensaje de orientación de su propio subconsciente o de su yo superior.
Soñar con un grupo de gigantes amenazantes que vienen a por ti predice que tienes una serie de tareas serviles que deben ser completadas. Este trabajo puede incluir rellenar formularios, hacer tare...
Puede representar algo o alguien que enciende una pasión interior o exterior.