Quizá necesitas escuchar con más atención lo que te dicen en el sueño.
Simboliza la comunicación como órgano pasivo de la audición.
También simboliza lo femenino y la dependencia.
Las orejas suelen referirse a las mujeres que comparten la vida del soñador o de quien al que pertenezcan las orejas soñadas.
-Si las soñamos bien conformadas y hermosas pronostican felicidad.
-Mal conformadas, desgracias.
-Si nos silban los oídos es de temer que murmuren de nosotros.
-Si en sueños intentamos taparnos las orejas con un sombrero, con los cabellos o con cualquier otra prenda revela el temor a que se descubran sus apetencias sexuales o su dependencia de otra persona.
Soñar
que estás tirando arena, por ejemplo, cuando ayudas a un amigo a crear una
parcela de jardín y esparces la arena por encima con una pala, podría ser un
reflejo de cierta ambigüedad o falta de claridad en la relación con alguien
cercano a ti en la vida real. Podría tratarse de un amigo, un cónyuge o una
pareja romántica con la que tienes algún tipo de entendimiento vago sobre tu
papel en la vida del otro. Podrías intentar establecer alguna certeza en esta
relación para poder construir una base más sólida e impulsar vuestro vínculo a
mayores alturas.
Las
rocas, por sí mismas, son un signo negativo que apunta a la decepción y a la
pérdida en tu vida. El área exacta depende del contexto de la visión. En este
caso, los vómitos suelen representar dolencias físicas y el deterioro de la
salud, lo que puede apuntar a una enfermedad que te hace perder oportunidades o
te impide hacer las cosas que te gustan. La visión de lanzar piedras al aire,
si este es el caso, también representa algo que te abandona o que te hace
perder una buena oportunidad. Por lo tanto, es posible que quieras tomar
precauciones con tu salud corporal haciéndote un examen físico y acudiendo
regularmente al médico. Además, hacer planes para el peor de los casos
probablemente no estaría de más.
Puede
simbolizar luchas u obstáculos en la consecución de objetivos.
Puede representar la necesidad de suavizar el golpe de algo, hacer que una situación difícil sea menos dura.