Puede sugerir que te sientes inseguro de tu cuerpo.
Puede simbolizar el sentirse
pequeño, objetivado o frágil.
Simboliza la amistad y la fidelidad.
-Si nos muestra afecto y fidelidad indica que estamos siendo fieles a nuestra propia naturaleza.
-Si nos mira suplicante o pone su cabeza sobre nuestro regazo nos está implorando que volvamos al camino recto.
-Si el perro nos mira hosco con ojos encendidos de odio nos está diciendo que negamos a los demás la lealtad que pedimos.
-Oír su aullido presagia muerte próxima.
-Su ladrido nos advierte sobre la proximidad de algún peligro.
-Si el perro está en peligro es que alguna relación afectiva se verá amenazada.
-En muchas ocasiones soñar con un perro indica una necesidad de ser amados y protegidos, de tener a nuestro lado alguien que nos dé amor y compañía.
Representa al espíritu y el intelecto. Simboliza sabiduría, adivinación e intuición.
-Soñar con un cristal transparente significa que nuestro espíritu e intelecto son claros y limpios.
Presagia honradez y honestidad.
-En un nivel espiritual anuncia la posibilidad de acceder a conocimientos, experiencias y niveles del mundo invisible.
Cuando
vemos un perro rabioso en nuestros sueños sugiere que estás siendo atacado por
personas que pensabas que eran tus buenos amigos. La gente te ataca verbalmente
en tu presencia. Asegúrate de elegir bien a tus amigos. Podría tratarse de que
tus propios instintos se vuelvan en tu contra.
Si eres tú quien mata al "Perro Loco", significa que vas a afrontar y
derrotar un asunto en curso en tu vida que se ha prolongado durante demasiado
tiempo.
Tener mucha hambre al principio de su sueño es una señal positiva asociada a conocer a nuevas personas con las que puede establecer un vínculo profundo y una conexión duradera. Es probable que esta...
Soñar que recibe un carnero, vivo o muerto, como regalo sugiere que pronto podría encontrarse con una oportunidad que le permitirá conocer a alguien poderoso e influyente que le facilitará la forma...
Comprar antigüedades o recibirlas como regalo es una señal de que se convertirá en el receptor designado de algo de valor de uno de sus familiares.