Puede
representar la sensación de que alguien no es de fiar, es escurridizo,
repulsivo o despreciable.
Ver o mirar a alguien nadando en el mar es una promesa de que tendrás la capacidad de ayudar a esta persona a resolver asuntos o problemas que no podría manejar sin ti.
Puede simbolizar sentirte optimista porque existe una cantidad infinita de oportunidades.
Puede sugerir que estás confrontando o enfrentando tus emociones o algo en tu subconsciente.