-El niño recién nacido simboliza el principio, el génesis o nacimiento.
-Soñar con un niño recien nacido revela que se está produciendo una metamorfosis espiritual o mental.
-Si este sueño lo tenemos en la edad fértil suele referirse a la deseada maternidad.
-El niño como símbolo de la infancia es un sueño de regresión, de huída hacia atrás, en un mundo sin preocupaciones y con la protección del hogar.
-Los sueños en que nos vemos ya como adultos pero en el escenario de nuestra infancia nos proporcionan datos que teníamos olvidados y nos facilitan la comprensión de tensiones y complejos latentes. Este sueño puede indicar una victoria sobre la complejidad y la ansiedad. Es un paso más en la conquista de la paz interior y la confianza en nosotros mismos.
Soñar
que ve un gato durmiendo plácidamente es un signo de serenidad. Significa que
está a punto de experimentar un periodo de paz en su vida que hará que no tenga
que preocuparse por las cosas de las que debe ocuparse y podrá dedicar más
tiempo a cuidar de sí mismo.
La aparición de un niño
dormido en una visión onírica, tal vez uno de sus hijos o un niño desconocido,
representa un futuro sombrío para sus esperanzas y sueños. Sus planes no van a
salir adelante por diversas razones. Factores externos, como la situación
económica o los problemas sociopolíticos, le impedirían obtener las
oportunidades adecuadas para avanzar en su carrera o perseguir sus objetivos.
Tu falta de voluntad y determinación también contribuiría a tu estancamiento.
El hecho de que te desanimes fácilmente por las decepciones no te hará
prosperar en el mundo real.
Puede simbolizar andar a gatas o a tientas.
Soñar que observa un ratón
dormido simboliza sentimientos de alivio y felicidad al saber que sus hijos se
encuentran actualmente en una buena situación moral, económica y de salud. Al
haberlos criado bien y haberlos guiado en la dirección correcta siendo un
ejemplo vivo para ellos, ahora se siente reconfortado al suponer que estarán
bien y que ninguna influencia maligna podría dominar su vida.
Puede sugerir una relación o situación peligrosa que se debe terminar o abandonar de inmediato.
Puede simbolizar sentir que te roban algo o tener miedo de que alguien te robe las ideas, la identidad, etc.